“La mente puede ir en mil direcciones, pero en este hermoso camino camino en paz. A cada paso, el viento sopla. A cada paso, florece una flor.
Thich Nhat Hanh
- Comienza por encontrar un lugar cómodo para sentarte en silencio y quieto.
- Comienza imaginando que estás ex respirando energía terrenal a tierra.
- Esta energía circula cuando respiras.
- Atraviesa todo el cuerpo y luego desciende de regreso a la tierra.
- Con esta meditación.
- Imagina que puedes sentir un flujo de energía proveniente de la tierra.
- Fluir a través de tu cuerpo.
- Una y otra vez.
Imagina tu cuerpo enraizándose en la tierra y siente este sistema de raíces extendiéndose, para que te sientas firmemente anclado en la tierra.
Fíjate en las sensaciones que ocurren en la mente y el cuerpo cuando te sientes profundamente anclado con cada respiración. Imagina sentir la tierra, sentir la hierba y sentir la energía de la tierra.
Quédese aquí con esta meditación durante 10 a 20 minutos. Continúe recuperando el aliento mientras la mente comienza a divagar. Concéntrese en la sensación de estar anclado y en la sensación de dejarse llevar y encontrar la calma.