Despierto
Ponte sobre tus manos y rodillas y comienza a mover tus manos derritiendo el centro de tu corazón hacia el suelo. Intenta mantener las caderas por encima de las rodillas y las manos al ancho de los hombros. Respira profundamente en este intenso estiramiento durante 10 a 20 respiraciones completas. Fíjate cómo reacciona el cuello a la postura, si te resulta más cómodo, coloca la frente cerca del suelo en lugar de la barbilla.
Beneficios de la postura del corazón derretido
Las contraindicaciones para esta postura incluyen: una lesión reciente o crónica en el hombro, el cuello o la espalda.