El amor es la luz que disuelve todos los muros entre almas, familias y naciones.
Paramahansa Yogananda
- Siéntese en una posición cómoda.
- Ya sea en el suelo o en una silla.
- Siéntese bien con la columna y los hombros relajados y sienta el pecho abierto.
- Mientras inhala.
- Acerque las manos al centro del corazón o en el área del esternón.
- En posición de oración.
- Presionando las palmas una contra la otra.
- Tómese un momento para escanear el cuerpo y comience a respirar lenta y profundamente en el vientre.
- Relaje los ojos y comience a liberar la mente de cualquier pensamiento o distracción transitorios.
Cuando cierres los ojos, comienza a sentir el espacio de tu corazón e imagina una cálida luz verde, que irradia desde el centro de tu corazón. Visualiza esta energía que circula alrededor del centro del corazón, a través del cuerpo y fluye de regreso al centro de tu corazón. Cuando expire, deje caer algo aterrador, perturbador o que lo distraiga y con cada exhalación, traiga amor, bondad, luz y compasión. Quédese aquí durante 20 a 25 ciclos de respiración lenta y profunda.
Cuando reanude su respiración natural, suelte suavemente las palmas de las manos hacia las rodillas y sienta que los hombros se relajan y el pecho se abre. Quédese aquí durante 5 a 15 minutos escuchando la respiración y regresando al centro del corazón.
Observe los cambios en su perspectiva, las reacciones a situaciones difíciles y los niveles de estrés a lo largo del día.