¿Es ese un pensamiento que surge mucho durante el entrenamiento?¿Cuánto peso mueves mientras haces un bombeo?¿Y cuál es la diferencia de carga entre un empuje de rodilla y un empuje de dedo del pie?¿O qué pasa con los bombeos elevados?
Recientemente, investigadores de un puñado de universidades en Michigan, Wisconsin y Pensilvania han intentado responder a esta pregunta. El propósito de su estudio, Análisis cinético de múltiples variaciones de bombas, fue crear una jerarquía de bombas basada en la carga de conducción de cada variación. Estudios previos habían analizado las diferencias en la carga causadas por diferentes colocaciones de las manos, pero nadie había analizado los efectos de levantar los pies o las manos.
- El estudio también anotó la masa corporal.
- El sexo y el tamaño del sujeto.
- Los investigadores tenían curiosidad por ver si había una diferencia en la carga según el sexo o diferencias en la altura.
- Los investigadores observaron a 23 personas calificadas y realizaron seis variaciones de la lagartija.
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El ancho de las bombas fue el ancho igual a la distancia entre los procesos acromion del individuo. El ancho se midió desde el borde interior de cada mano, las manos colocadas debajo de los hombros con los codos completamente extendidos.
Se realizaron dos repeticiones de cada flexión durante la fase de prueba con un minuto de descanso entre cada variación de la flexión. Las bombas se realizaron a una velocidad de dos cuentas en la fase excéntrica y dos cuentas en la fase concéntrica, es decir, dos cuentas atrás y dos cuentas ascendentes.
Se midió la fuerza de reacción del suelo (GRF) para cada conjunto de bombas. GRF es la fuerza ejercida por el suelo contra el cuerpo en contacto con él. GRF es igual y opuesto a la fuerza ejercida por el cuerpo contra el suelo.
Además de las mediciones, los investigadores pudieron determinar el porcentaje de carga de peso corporal para cada tipo de flexión:
Los investigadores determinaron que las características cinéticas no variaron entre los sexos y la altura del sujeto no se correlacionó con el GRF, excepto cuando las manos se elevaron a 60,96 cm.
Los investigadores esperan que la información recopilada en este estudio ayude a los entrenadores a ordenar una progresión de flexiones de menor intensidad a mayor para sus clientes. Además, esto debería ayudarlos a vincular el empuje con los movimientos de resistencia al conocer la carga aproximada como un porcentaje del cuerpo. Esto permitiría a los entrenadores determinar cargas similares usando pesas libres u otro entrenamiento de resistencia.