Muchas personas piensan que participar en yoga significa ir allí cuando te sientes bien o no vas, este es un tema recurrente que escuchan muchos estudiantes que dudan en asistir a una clase cuando tienen una lesión, pero esa es la razón precisa por la cual el El estudiante debe asistir. Aprender a reelaborar su práctica de yoga durante el período de la lesión puede ayudar a aliviar el dolor, la incomodidad y la frustración asociados. Sea proactivo y manténgase activo.
Recientemente experimenté tensión de segundo grado en mi gastrocnemio medial (músculo de la pantorrilla), lo que me dejó incapaz de caminar, y mucho menos de practicar mis posturas favoritas de pie. Sin embargo, estaba decidido a asistir a una clase de yoga, esperando comprender mejor esta herida específica y volver a trabajar las poses para acomodar mis limitaciones físicas. Lo que he ganado con esta experiencia es la capacidad de desarrollar fuerza en áreas ilesas mientras dejo descansar el área lesionada.
- Los saludos al sol son una secuencia común incorporada en muchas tradiciones yóguicas.
- Aquí están las modificaciones que usé para tratar mi lesión en la pantorrilla al participar en la clase de yoga.
Todas las poses se hacen de espaldas a la pared. Tome una colchoneta enrollada, colóquela entre la parte superior interna de los muslos y coloque un bloque entre las pantorrillas. Presione suavemente la colchoneta y bloquee durante todas las poses para activar los aductores, isquiotibiales y pantorrillas.
No todas las posturas necesariamente deben parecerse a la forma específica evocada en clase, conoce los elementos básicos y las áreas que se refuerzan o estiran y aplica este conocimiento para modificar tu propia variación o crear una nueva postura, conoces mejor tu cuerpo y puedes trabajar con el instructor para remediar la lesión y volver a realizar las actividades que le gustan.